El principal desafío fue crear un edificio comercial minimalista con movimiento y profundidad, sin depender de adornos. La forma debía expresarse a través de la proporción, la luz y el silencio. Los volúmenes no se aplicaron, se esculpieron.
El diseño exigía control, precisión y una claridad brutal.
0+11 ESPACIOS no grita. Se mantiene firme. Redefine el minimalismo comercial, no como vacío, sino como presencia intencionada.
Un espacio donde la estructura se convierte en identidad. Y el silencio se transforma en poder.
Próximos proyectos.
(2016-25©)